Capítulo 25 - El testamento de Don Delfino

Capítulo 25 - La lectura del testamento de Don Delfino

ENTRADA:


En la mañana.
Mansión Diaz-Castro
Después del desayuno todos se juntaron en la biblioteca esperando a que se lea el testamento de Don Delfino. Estaba presente el abogado Marcos Suarez, y el juez encargado del caso, Salvador Medina.



SALVADOR: Señoras y señores, ya que estamos todos reunidos puede empezar la lectura del testamento!

Encienden la television donde está un video grabado por Don Delfino. Todos están atentos.

DELFINO: Yo, Delfino Diaz-Castro, en plenas facultades mentales, declaro lo siguiente: A mi esposa Victoria... le dejo la casa en la que vivimos actualmente. A mi hijo, Gabriel, le dejo administrar las empresas y las cuentas bancarias en el extranjero. A Reynaldo lo dejo administrar la empresa sucursal de aquí de la Ciudad de México; además, lo nombro como presidente de ésta. A mis dos hijos gemelos, Aníbal y Rodolfo, les dejo 25% de las acciones en la bolsa, a cada uno de ellos. El resto de 50% de las acciones se lo dejo a mi nieto, el primogénito varón, siendo él de Reynaldo, Gabriel, Aníbal o Rodolfo.

La lectura del testamento termina.
MARCOS: (se levanta) Estos han sido los últimos deseos de Don Delfino.
ANIBAL: Esto no puede ser! Hasta un bebe fictivo recibió más que nosotros que somos sus hijos. Voy a impugnar el testamento!
CRISTAL: ¡Sí! Y además mi hermana y yo, tantos años de vivir en esta casa y no recibimos ni un quinto!

El juez y el abogado se levantan recogiendo sus cosas.
SALVADOR: Esto ya no es nuestro problema! Nosotros ya cumplimos con la lectura del testamento y nos retiramos. ¡Hasta luego señores!
MARCOS: ¡Hasta luego! Y que tengan un buen día!
Salvador y Marcos se van.
ANIBAL: ¿Lo viste mamá?
VICTORIA: ¡Ya hijo! ¡Tranquilo!
Gabriel se acerca a Chantal y la agarra por la cintura.
GABRIEL: ¿Lo oiste? ¡Te tienes que embarrazar lo antes posible, belleza!
CHANTAL: Ahora te conviene que me embaraze ¿verdad? Ojalá y cumplas con tus deberes de esposo!
GABRIEL: ¡No me provoques! Eso lo hablaremos en la recámara! ¡Vamos!
Gabriel coje del brazo a su esposa y la lleva a la recámara.
ANIBAL: Mamá, necesito hablar contigo!
VICTORIA: (mirando a Rodolfo con Irma) ¡Vamos a la biblioteca!
Aníbal y Victoria van a la biblioteca.

RODOLFO: (ve a su mamá y a su hermano) ¡Vamos mi amor! Aquí no estamos bienvenidos!
IRMA: Como tú digas, mi amor!
Irma y Rodolfo se van.

Reynaldo está sentado en un sillón pensando. Se le acerca Cristal.
CRISTAL: ¿Lo oiste mi amor? (rodea su cuello con sus brazos) Me tengo que embarrazar cuanto antes.
REYNALDO: (se levanta separandose de ella) ¡Embarazate! Pero no cuentes conmigo.
Reynaldo sale de la habitación.
CRISTAL: (furiosa, hablando sola) Me tengo que embarazar de ti, idiota!

***
Mansión Suarez-Gonzalez
Marcos entra en la casa. Estrella sale a saludarlo. Marcos se sienta al sofá.
ESTRELLA: ¡Buenas tardes! ¿Quiere un café?
MARCOS: ¡Sí! ¡Gracías Estrella! Un café estaría bueno.
Estrella se dirige hacia la cocina, pero en ese momento suenta el telefono. Marcos contesta.
MARCOS: Bueno?! ... ¡Sí! ..... ¿Cómo?? ...... ¡Sí, cláro! ..... en 30 minutos estoy al hospital! (cuelga)
ESTRELLA: Perdón que me meta pero ¿qué ocurrió? ¿Por qué tiene que ir al hospital?
MARCOS: (suspira) Mi hermano Saúl está hospitalizado. Parece que lo acuchillaron en la cárcel y está grave.
ESTRELLA: ¡Santo Dios! Pues ¡vamos para el hospital!
MARCOS: ¡Vamos!
Estrella y Marcos salen para el hospital.

***
Casa de Diana
Diana, Sofía y Doña Providencia están desayunando.
DOÑA PROVI: ¡Ay mi hija come! No te vayas a enfermar. Ayer no quisiste probar bocado.
Diana siente nauceas, se tapa la boca y se va para el baño.
SOFIA: ¡Hermana!
DOÑA PROVI: ¡Mi hija!
Sofía se levanta pero no la sigue. Dentro de unos minutos, Diana regresa.
DOÑA PROVI: ¿Qué pasó mi hija?
DIANA: Sentí unas nauceas mamá...
SOFIA: Nauceas, falta de apetito... ¿no será que estás esperando un hijo?
DOÑA PROVI: ¿¿Un hijo?? Pero tú y Reynaldo mi hija... han...
DIANA: Sí, mamá, pero no viene al caso. Seguramente es el cansancio y el estrés de estar tantos días aislados...
DOÑA PROVI: Debes hacerte una prueba para salir de dudas, mi hija!
SOFIA: Sí. Mamá tiene razón.

***
Al hospital
Estrella y Marcos están en el pasillo esperando a ver si sale el doctor.
MARCOS: No logro entender que fue lo que ocurrió en la cárcel. ¿Quién habrá querido hacerle daño a mi hermano?
ESTRELLA: Hay muchos delincuentes allá. Por lo que me contaste él no debe ser malo.
MARCOS: Así es! Otro mató a ese tipo, se escapó del lugar del accidente y mi hermano cayó en la trampa. Tengo que agarrar al verdadero asésino, pero eso me será un poco difícil por falta de pruebas.

En el quirofano.
Se enfocan los médicos operando a Saúl.
ENFERMERA: Vamos doctor! Estamos apunto de perderlo!
El aparato que registraba el pulso empieza a sonar como si está muerto.
DOCTOR: ¡Vamos Saúl! ¡No te puedes morir! ¡Vamos! (intenta reanimarlo varias veces con electricidad)
Pero todo en vano. El corazón de Saúl cedó.
ENFERMERA: ¡Doctor! Ya no se puede hacer nada. El paciente ha fallecido. Hora oficiál de la muerte... (mira el reloj que estaba en la pared) 13:55!
DOCTOR: ¡Saaaaaaúl!! (gritando)

Avances del próximo capítulo:

¿Qué pasará con Saúl?
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CÉSAR: Jajajaja (rísas) ¡que estúpida eres! Marcos no es tu hijo, loca!
ESTRELLA: ¿De qué hablas? ¿Cómo que Marcos no es mi hijo?
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En el hospital.
Llega Sofía. Entra en un salón. Se enfoca solo el rostro de Sofía y nada más. Ella estaba llorando.
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¿Por qué llorara Sofía?
¡¡No se pierdan el próximo capítulo de "Maldita Herencia"!!!

SALIDA: