CAPÍTULO 007: ¡CUIDADO, PUSIERON UNA BOMBA!

CAPÍTULO 007: ¡CUIDADO, PUSIERON UNA BOMBA!

Un día me preguntaron un lugar hermoso donde vivir y yo dije aquí, en mi casa, con mi familia, con mi mamá, con mi papá, con mi hermano, con mi novio. Al final de todo ellos son tu vida, tu felicidad, y nunca podrás dejar de pensar en ellos, ni siquiera reencarnando en otra persona.

Brenda Riquelme – Miembro de “Aliados”

Sergio salió de la base acompañado de Yeiky, ambos iban a ver el caso del robo de uno de los bancos más importantes del Perú, unos enmascarados ingresaron, dispararon contra el vigilante que se encontraba en la puerta, apuntaron contra los recepcionistas del banco, apuntaron contra las personas que se encontraban dentro del banco, los tienen como rehenes, piden un avión y la suma de un millón de dólares para dejarlos ir.

Sergio: Esos hijos de puta no se saldrán con la suya – Entró al carro, a su costado ya estaba sentado Yeiky –, ¿Preparado? – Yeiky sonrío, Sergio manejó rápidamente –, no les vamos a dar nada y los vamos a atrapar – Sergio empezó a reír –, te lo aseguro…
Yeiky: Lo se, tú nunca haz fallado con casos como este – Sergio seguía manejando muy rápido, se cruzaba las luces rojas y en diversas oportunidades estuvo apunto de chocar con algunos carros –
Sergio: Son cuatro los rateritos que entraron al banco, yo solito me encargaré de ellos, ¡Yo solito! – En ese momento empezó a sonar su celular, miró y vio que era Liliana –
Yeiky: ¿No vas a contestar? – Sergio arrojó el celular hacía la parte trasera del carro –
Sergio (Pensamiento): Lo siento Liliana, pero ahora estoy trabajando, y no puedo mezclar las cosas – Recordó lo que le dijo Santos –, no mezclar lo personal con el trabajo – Suspiró y miró a Yeiky –
Yeiky: ¿Por qué no contestas? – Dijo, muy curioso –
Sergio: Porque no debo mezclar lo personal con el trabajo – Dijo, mientras manejaba –



ENTRADA:



Actuación Especial de Gian Piero Diaz como Luís

Departamento de Liliana:

Liliana suspiró, se encontraba extrañada por la no respuesta de Sergio, en ese momento tocaron su puerta, sonrío y se emocionó pensando que era Sergio, pero grande fue su sorpresa al encontrar a Niky, quien se encontraba con un fuerte golpe en el rostro.

Liliana: ¡¿Pero qué te pasó?! – Niky ingresó llorando y abrazó a su amiga –, ¿Pero quién te hizo eso? – Niky no paraba de llorar –
Niky: Fue Hugo, ¡No se que le pasó! Nunca me había puesto un dedo encima – Liliana volvió a abrazar a Niky, se encontraba sorprendida –
Liliana: ¡Ay pero esto no se puede quedar así! Vamos a denunciarlo – Niky movió, desesperada, su cabeza –
Niky: No, tan solo fue un arrebato, yo más tarde voy a hablar con él – A Liliana se le llenaron los ojos de lágrimas –
Liliana: Tú sabes muy bien que yo no soporto que los hombres golpeen a las mujeres, y Hugo podrá ser muy mi amigo, pero no tiene ningún derecho a golpearte – Liliana sacó su celular y volvió a marcar el número de Sergio –
Niky: ¿A quién llamas? ¡No me digas que a Hugo! No, no lo hagas, no quiero problemas con él – Se tocó el golpe en el rostro –
Liliana: No, no estoy llamando a Hugo, estoy llamando a Sergio para que nos ayude con lo que te ha pasado, ¡Ay pero hace rato que estoy tratando de llamarlo y no me contesta! – Tira el celular al suelo –
Niky: Tranquila, debe estar trabajando – Liliana suspira, Niky la abraza –



Base – Aliados:

Santos se encontraba en su oficina, en ese momento empieza a recordar una extraña y dolorosa infancia, era un niño, un pequeño niño que se encontraba viendo televisión en su cuarto, en ese momento ingresa su abuelo, quien era como su padre, al ingresar se sienta en la cama y abraza a su nieto y le da un beso en la frente.

Recuerdo:

Abuelo: Adiós, hijito – El niño mira a su abuelo, quien cierra los ojos y cae hacía el hombro de su nieto –
Santos: ¡Abuelo, abuelito! – Empezó a llorar y a mover la cabeza de su abuelo –, ¡No, no por favor!

Realidad:

En ese momento ingresa Brenda y borra esos pensamientos de la cabeza de Santos.

Brenda: Disculpa Santos – Santos miró, algo aturdido, a Brenda –, es que quiero hablar contigo – Dijo, con la cabeza agachada –
Santos: Si, dime Brenda – Le sonrío de manera amigable –
Brenda: Quería pedirte perdón por mi conducta en los últimos días, se que me he portado como una niña tonta – Santos suspira –
Santos: No te preocupes, yo se que eres una gran mujer – Brenda se acercó a Santos y lo abrazó –
Brenda: Te quiero mucho, hermanito – Santos se puso serio, Brenda lo seguía abrazando, lo miró a la cara –, porque, aunque tú no quieras aceptarlo, somos hermanitos – Santos sonrío, se avergonzó y agachó la cabeza –
Santos: Claro que lo acepto, pero es que cuando éramos niños nunca pasamos momentos juntos, siempre estuvimos separados – Santos agacha la cabeza, Brenda lo mira con ternura, a punto de llorar –
Brenda: Pero yo te quiero, y nunca te dejaré de querer como mi hermanito, te conozco desde que era pequeña, conozco tu triste historia, conozco tus debilidades – Santos la miraba serio –
Santos: Necesito estar solo… – Brenda le dio un beso en la frente –
Brenda: Está bien, nos vemos más tarde – Brenda salió, Santos agachó la cabeza, se recostó en la meza y sus ojos se llenaron de lágrimas –
Santos (Pensamiento): Ese es tu gran problema, no sabes como demostrar tus sentimientos, no sabes como decirle a las personas que te interesan que las quieres – Santos golpeó la meza –, es hora de cambiar…



Discoteca “Internacional Blades”:

Leonardo y Alfonso ingresan a la discoteca, Leo bailaba solo y le silbaba a las diversas mujeres que veía, mientras que Alfonso caminó lentamente hasta llegar al bar donde la encontró, la otra vez, a Cinthya.

Leonardo: ¿Qué pasa, compadrito? ¿No me digas que no vas a bailar? – Decía mientras bailaba y prendía un cigarrillo –
Alfonso: No tengo ganas, tan solo quiero tomar una copa – Leonardo río, luego se fue con dos mujeres de dudosa reputación, dejando solo a Alfonso –, dame una cerveza – Le dijo al mesero –
Mesero: En seguida, señor – El sujeto abrió una botella de cerveza, la sirvió en un vaso y se la dio a Alfonso –, tome señor…
Alfonso: Gracias – Alfonso empezó a beber lentamente, luego miró al mesero – ¿Sabes algo de la chica con la que estaba conversando el otro día? – Se refería a Cinthya, el mesero sonrío –
Mesero: ¡Uy, la preciosura! Pues no, desde ese día no se ha asomado por estos lares…
Alfonso: Que pena, estaba buenísima – Suelta una carcajada –, una mujer así necesito… – El mesero empieza a toser –
Mesero: Si quiere le puedo conseguir el número de la chica esa – Alfonso miró intrigado y a la vez sonriente al mesero –
Alfonso: No me digas, te estaría muy agradecido – El mesero ríe escandalosamente –
Mesero: Yo no quiero tus gracias, quiero algo de cariñito – Hace una señal con su mano –
Alfonso: No te preocupes, recibirás una buena propina – Ambos sonríen –



Departamento de Mauricio:

Mauricio se encontraba borracho, tirado en el piso de la sala, a su lado había una botella de ron, botella de la que por ratos bebía y con la que seguro había pasado su noche de penuria y dolor por el rechazo de Liliana.

Mauricio: ¡Ya no te acuerdas! – Empezó a gritar –, ¡Ya no te acuerdas cuando te acostaste conmigo y gemías como una perra! – Empezó a llorar –, eso eres, una sucia perra, ¡Eso eres Liliana! – Seguía llorando –

Recuerdo:

Era el año 2001, Liliana y Mauricio se seguían viendo constantemente, no habían perdido contacto, en estos últimos días Lili y Mau habían pasado mucho tiempo juntos, parecían grandes amigos, ¡Muy grandes! Pero solo parecían, ya que Liliana en verdad veía en él a ese Sergio que perdió después de acabar el colegio…
Ambos se encontraban abrazados después de haber bebido muchas copas, estaban algo borrachos, riendo y divirtiéndose.

Mauricio: ¡JaJaJa! ¡Ay Liliana como me haces reír! – Mauricio se acerca lentamente a ella y la besa –, te quiero…
Liliana: No, ¿Qué haces? – Dijo, pero seguían besándose –, no, mejor no…
Mauricio: Tú tranquila nomás – En ese momento la cargó y la llevó hacía su recamara –, vamos a pasarla muy bien…
Liliana: No, no quiero, estoy algo borracha – A Mauricio no le importaba, se sacó la camisa, luego se acercó a ella y le quitó su blusa –, te he dicho que no, por favor…
Mauricio: ¡Y yo te he dicho que la vas a pasar bien! – Mauricio le empezó a bajar los pantalones ajustados que usaba Liliana –, estás riquísima – Le empezó a besar las piernas, Liliana se quejaba –
Liliana: No, no, no quiero, que asco… – Se quedó dormida, pero Mauricio seguía besándola y tocándola con lujuria –

Realidad:

Mauricio (Pensamiento): Te hice mi mujer, fui el primero en tu vida aunque tú no hayas querido – Empezó a reír, aunque sus ojos aún botaban lágrimas –



Banco Confidencial:

Sergio estacionó el auto en la puerta trasera del banco, donde se encontraba un hombre encapuchado. Sergio y Yeiky bajaron. El hombre encapuchado los vio y los apuntó con su rifle al instante.

Sergio: Tranquilo, vengo para negociar con ustedes. Yeiky, ve por la maleta – Yeiky fue al auto y sacó una maleta –, tranquilo mi brother – Sergio le sonrío –
Bubu: Ya, ya, déjate de huevadas y pásate el billete – Sergio empezó a reír –, ¿De qué mierda te ríes? ¿No me digas que no te gusta tu vida? – Le dijo, con voz temeraria –
Sergio: Mira, mi estimado raterito – Bubu se sorprendió –, a mí no me vas a asustar – Yeiky llegó con la maleta –, acá está el dinero, el avión no te lo daremos, ustedes busquen la forma de largarse, ¿Cómo la ven?
Bubu: Pues a mí me parece que los idiotas que están ahí adentro y que tenemos en nuestro poder se van a morir – Empezó a reír –
Sergio: No lo creo, Bubu – El hombre encapuchado se sorprendió al escuchar que Sergio sabía su nombre –, tengo secuestrados a tus hijos y tengo dos amiguitos que pueden hacerlos su mujer – Yeiky se sorprendió al escuchar a Sergio –
Bubu: ¿De qué mierda estás hablando, hijo de puta? – Sergio empezó a reír –, ¡No metas a mis hijos en esto!
Sergio: ¿A si? Yeiky, alcánzame mi celular – Yeiky fue hacía el carro, sacó el celular y se lo dio a Sergio, quien empezó a marcar unos números –
Bubu: ¿A quién carajo estás llamando? – Empezó a sudar, sabía que algo andaba mal –
Sergio: Aló, compadre, si, ¿Cómo están los hijos del Bubu? – Bubu se sorprendió, se sacó la máscara y miró, aterrado, a Sergio –, ¿Están ahí? Espera que pongo altavoz – Sergio activó la opción de altavoz y Bubu empezó a escuchar las tiernas y a la vez aterradoras palabras de sus hijos –



Discoteca “Internacional Blades”:

Alfonso se encontraba sentado en el bar, en ese momento un hombre vestido de negro, con un gran tatuaje en el brazo y con la cabellera larga se sentó a su costado, eran las mismas características del hombre que Sergio vio en aquel edificio el día de la explosión del colegio, pero no era el mismo, era otro, el hombre de negro le empezó a hablar al mesero.

Brian: Hola, ¿Melquíades? – Le dijo al mesero, quien lo miró intrigado –
Mesero: Si, soy yo, ¿Quién me busca? – Brian sacó un paquete, era igual al que le dieron al Director del colegio –
Brian: Te lo envía un familiar – Le sonríe –
Mesero: ¿Un familiar? Bueno, gracias – El mesero recibe el paquete. Brian se para y sale de la discoteca –, que raro… – Alfonso miró intrigado al hombre de cabellera larga –
Alfonso: Que feo ese sujeto, no sabe como vestirse, y su cabellera larga no le queda para nada bien – Sonríe –
Mesero: ¿Qué habrá en este paquete? – Lo puso a lado de las botellas de alcohol –, luego lo abro…



Banco Confidencial:

Bubu estaba totalmente conmocionado al escuchar las voces de sus hijos, Yeiky no podía creer a lo que había podido llegar Sergio por resolver un caso como ese, ¿Secuestrar a unos indefensos niños?

Bubu: ¡Por favor no les haga nada, Sergio! – Sergio sonrío al escuchar su nombre –
Sergio: Así que tú también sabes mi nombre, Bubucito – Sergio empezó a reír –, si quieres que deje libre a tus hijos me debes dar el rifle y dejarme entrar – Bubu suspiró y sin pensarlo dos veces le dio el rifle –
Bubu: Haz lo que quieras, pero te aseguro que haya adentro no podrás avanzar más, ellos te matarán – Bubu le sonrío –
Sergio: Espero que no porque si yo muero los hombres que soltarán a tus hijos, luego los encontrarán y ya no estaré yo para impedirles que hagan de las suyas – Bubu se enfureció y salió corriendo –, ¡Atrápenlo! – Gritó Sergio, y unos policías atrapó al delincuente –
Yeiky: ¡¿Pero cómo pudiste?! ¿Cómo mezclaste a esos pobres niños con este caso? – Sergio empezó a reír –
Sergio: Yo en ningún momento tuve secuestrados a esos niños, tan solo hice una edición con sus voces – Ambos sonrieron –
Yeiky: Sabía que no eras capaz de hacer algo así, lo sabía – Vuelve a sonreír –
Sergio: Ahora saca tus armas que lo que viene será más fuerte y no creo que sea tan fácil como lo de ahora…

Sergio y Yeiky ingresaron al banco, Sergio con el rifle en la mano, y Yeiky con dos pistolas en sus manos. Dentro estaban tres hombres, uno de ellos, por la impresión, calló al piso y perdió su arma, los otros dos, Luís, quien apuntaba a Sergio, y Ernesto, quien apuntaba a Yeiky, se encontraban algo nerviosos…

Luís: ¡Inepto! – Dijo Luís, uno de los hombres encapuchados, al hombre que se calló al piso
Sergio: Será mejor que se entreguen, están perdidos – Luís agachó la cabeza –
Luís: ¿Eres tú? ¿Eres tú, Sergio? – Sergio se sorprendió –
Sergio: ¿Qué? – Luís se sacó la máscara –
Ernesto: ¿Qué mierda te pasa, Luís? – Dijo, otro de los hombres, quien apuntaba a Yeiky –
Sergio: ¿Tú, eres tú? – Sergio se sorprendió al ver el rostro de Luís, ambos se miraban… –



Discoteca “Internacional Blades”:

ESCUCHAR SOUNDTRACK MUERTE



59, 58, 57…

Alfonso: Me tengo que ir, nos vemos, pero que no se te olvide conseguirme el número de la muchacha…
Mesero: ¡No te preocupes, compadre! – El mesero sonríe –

48, 47, 46…

Leonardo: ¿Pero cómo que ya nos vamos? ¡Yo no me quiero ir! – Dijo, algo disgustado –, si la estoy pasando muy bien con estas dos hermosuras…

33, 32, 31…

Alfonso: He dicho que nos vamos, Santos se puede molestar y ya sabes después como se pone, así que vamos…

22, 21, 20…

Leonardo: Bueno, está bien, vamos – Leonardo se acercó a Alfonso, agarró una botella de cerveza –, esta me la llevo para el camino – Sonrío –
Alfonso: Está bien, toma – Sacó unos billetes y le dio al mesero –, ahí también está lo de lo otro que hablamos, tu propina por averiguarme el número – El mesero sonríe –

12, 11, 10…

Alfonso y Leonardo caminaron hacía la salida…

Leonardo: Yo me quiero quedar, es que está muy divertido…
Alfonso: Si quieres quédate – Alfonso salió de la discoteca –

8, 7, 6…

Leonardo: Tú ya sabes que no tengo carro…

0 Explosión…

Se vio la discoteca explotar, un estallido grandioso, mucho más grandioso y espectacular que el del colegio…

Reportera: Al parecer ya son más de cien muertos los que se encontraron en la discoteca “Internacional Blades”…

En ese momento se vio una guarida, un lugar en donde muchas personas de cabellera larga, tatuajes en el brazo y de vestimenta negra, reían y celebraban…



CONTINUARÁ…