Capitulo 2: LA INTERROGACION

Capitulo 2

La familia regresa a la mansión. Todo el mundo está triste por la muerte de Don Delfino. Irma va al barrio a visitar a su amiga Diana. En la casa de Diana.

DIANA: ¿Que paso? ¿Por qué tienes esa cara? ¡Pareces haber visto al diablo en persona!
IRMA: Algo parecido...
DIANA: ¿Como te fue en el crucero? ¿Como te trató Rodolfo?
IRMA: El bien pero... del crucero quiero hablarte! (mira por alli preocupada) ¿Estas sola?
DIANA: ¡Si, si! Mi mama está dormida y mi hermana salió con Agustín. Pero ¡cuentame! ¿Que paso? ¡Me asustas!
IRMA: (recuerda lo que le dijo Anibal) No... no puedo... no es facíl para mi...
DIANA: ¿Te hicieron algo? (preocupada) ¿Ya no me tienes confianza?
IRMA: Está bien, pero jurame por lo que mas quieres, que no le vas a decirle nada a nadie! ¡Ni a tu propia sombra!
DIANA: ¿Tan chismosa me crees? ¡Claro que no voy a decir nada a nadie! Puedes confiar en mí!
IRMA: ¡Juramelo!
DIANA: ¡Esta bien! Te lo juro! Puedes confiar en mí.
IRMA: Don Delfino murió! No se sabe si fue infarto o lo mataron. (Pensando: No le puedo decir que Anibal mató a su propio padre!)
DIANA: (impresionada) ¿Como que lo mataron?
IRMA: No te puedo ocultar, pero prometeme que no vas a hacer nada, ni vas a decir nada!
DIANA: ¡Te lo juro!
IRMA: Soy el único testigo que vió cuando Anibal mató a su padre!
DIANA: ¿Quee? Pero no tienes que ocultar algo así! Automáticamente si callas te conviertes en su complice!
IRMA: (asustada) No... pero... y yo ¿que puedo hacer? Con la policía no puedo ir!
DIANA: (suspira) Ay amiga... es bastante difícil lo tuyo. Lo único que puedes hacer es hablar con algun miembro de la familia en quien le tienes mucha confianza y sabes que te puede ayudar.
IRMA: (suspira) ¡No lo puedo hacer! En el que más confió es Rodolfo y no le puedo decir: "Tu hermano gemelo mató a tu padre!"... Noo!!
DIANA: Eso si... pero ¿no confies en nadie más?
IRMA: Con los únicos con los que puedo hablar son Gabriel o Reynaldo.
DIANA: ¡Habla con uno de ellos! Es la única solución! Y cuanto antes mejor!
IRMA: Ok...

Regresan Sofía y Agustín.

SOFIA: Mmm... esto debe repetirse más seguido.
AGUSTIN: ¡Claro que sí! Podemos salir en plan de amigos.

Diana acompaña a la puerta a Irma.

DIANA: ¡Ya te dije! ¡Habla con uno de ellos cuanto antes! (ve a Agustín y Sofía) ¡Agustín! ¡Hermana! ¿Como les fue? ¿Todo bien?
AGUSTIN: Perfectamente, ¡mi amor! (abraza a Diana)
IRMA: ¡Claro! (Irma se va)
SOFIA: ¡Con permiso! (Sofía se va a su cuarto)
AGUSTIN: ¿Que pasó, mi amor? ¿Por qué vinó Irma?
DIANA: Nada, mi amor... solamente vinó a platicar en plan de amigas.
AGUSTIN: Ok...

En la mansión. El comisario Ortega vinó a tomarles declaración a todos los que fueron en el crucero. En el salón, Doña Victoria está hablando con Ortega.

ORTEGA: Aver, señora, cuenteme con detalles ¿que paso en ese crucero?
VICTORIA: Mi marido y yo estabamos hablando, cuando, de repente, se empezó a sentir mal. Me pidió que le trajera sus pastillas y (llora) cuando regresé con las pastillas el ya no estaba... (llorando más) pero su sombrero estaba en el mar...
ANIBAL: (abraza a su madre) Ya, mama! ¡Tranquila! (al comisario) ¿Usted no vé que está poniendo mal a mi mamá?
ORTEGA: ¡Disculpeme! Pero solamente estoy haciendo mi trabajo. Pero no se preocupe... llegaré a interrogarlo a usted tambien!
ANIBAL: No tiene porque interrogarme... yo no he visto nada!

En ese momento entra Irma.

IRMA: ¡Con permiso! (va hacia la cocina)
VICTORIA: Espera, Irma! ¡Ven!
IRMA: (regresa) ¿Que paso, señora?
VICTORIA: El comisario aquí presente está interrogando a todos los que fuimos en el yate... ya sabes... con la muerte de mi esposo...

Irma observa como Anibal la mira y de nuevo agarra miedo.

IRMA: Yo... no se nada... no vi absolutamente nada... (asustada) Con permiso! (Irma se va)
ORTEGA: (intrigado) Mmm... no se porqué, pero esta muchacha me da la impresión de que sabe algo más que deja que se sepa.
ANIBAL: ¿Que va a saber? Es obvio que está asustada. La muerte asusta a cualquiera.
ORTEGA: ¡Por eso mismo, señor Diaz-Castro! Aquí hay gato encerrado... y yo lo voy a descifrar!

En la cocina, Irma entra y se apoya en la puerta.

IRMA: (Pensando: Mi amiga Diana tiene razón. Si callo, encubro a Anibal y soy su complice. Si hablo, me va a matar. ¿Que hago, Dios mio? ¿Que hago? )

Viene Rodolfo.

RODOLFO: ¿Como estás, corazon? ¿Que te pasa? ¿Por qué estás así? (preocupado) Desde el crucero estas así... ¿que te pasa?
IRMA: No te preocupes... no es nada.
RODOLFO: Anda ya! ¡Mira! ¿Que te parece si nos vamos ahorita mismo por alli y asi te relajes un rato? ¡Anda! ¡Dí que sí!
IRMA: (abrazada a él) Ok... sorprendeme, corazon! (le roba un beso) Nada ni nadie nos va a arruinar la felicidad!
RODOLFO: Shh... es una sorpresa. ¡Acompañame!
Irma y Rodolfo se van juntos.


Al salón de la mansión.

ANIBAL: ¿Que se va a saber, hombre, si mi padre murió de infarto... ?
ORTEGA: No entiendo ¿por qué se niega que yo siga con las investigaciones? ¿A qué le tiene miedo, señor Diaz-Castro? ¿Tiene algo que ver con la muerte de su padre?
ANIBAL: ¡Mire, Ortega! (se levanta) Si anda diciendo disparateces mejor vallase a otro lado que aún estamos sufriendo por la muerte de mi padre! La puesta esta allí! (enseña la puerta)
VICTORIA: ¡Hijo, no seas así!
ANIBAL: ¡Ya, mamá!
ORTEGA: ¡No se preocupe, señora! El culpable va a pagar por su crimen!
VICTORIA: (llama a Irma) IRMA!!! IRMA!!! ¿Dónde está cuando más la necesito? (a Anibal) ¡Hijo, acompaña tú a Ortega!
ORTEGA: No es necesario, señora! Se el camino! (Ortega se va)
ANIBAL: (se va detras de él) ¡Comandante! (se acerca)
ORTEGA: (se lo aclara) Comisario! (lo mira acusador)
ANIBAL: Comisario... (irónico) Cuidado con andar difamando a las personas!
ORTEGA: ¿Esto es una amenaza? ¿A qué le tiene miedo si de verdad es inocente?
ANIBAL: ¡Yo no le temo a nada!
ORTEGA: No se preocupe que pronto se va a demostrar lo que le pasó a su padre! La justícia es muy eficiente!
(Ortega se va.)
ANIBAL: (hablando solo) Si claro... sobretodo en este país.

...CONTINUARA...